Comenzamos por los básicos, mermelada

Angela María Lluch Careaga • 7 de abril de 2020

Mermelada de Fresa

He querido comenzar con una receta de algo que a todos nos gusta tener y disfrutar en casa, pero si lo hemos elaborado nosotros mismo la satisfacción siempre es mucho mayor. Si a esto le añadimos que la receta no puede ser más sencilla, creo que es la manera perfecta para iniciar este blog. 

La mermelada es simplemente una conserva de fruta que ha sido cocida en fruta. Esto mismo también se puede hacer con hortalizas como acompañamiento de platos salados. La que os voy a explicar hoy es la de fresón o fresas, pero realmente el proceso sería exacto para cualquier fruta que os pueda apetecer (Melocotón, albaricoque, higos… etc) 

Nosotros además de hacer la clásica mermelada le vamos a añadir albahaca que le da un aroma diferente, pero esto es opcional, ya que la receta sin la albahaca quedará riquísima igualmente

Ingredientes (2 tarros):

• 500 gr de fresón 
• 350 gr de azúcar blanca
• Zumo de medio limón
• Albahaca (Opcional)

Elaboración:

• Lo primero que vamos a hacer es lavar la fresas y quitarles el tallo verde, también separaremos las hojas de albahaca y las lavaremos. Metemos todo en un recipiente que tengamos junto con el azúcar, lo mezclamos todo, lo tapamos con un plástico y lo metemos en el frigorífico hasta que veamos que sueltan su jugo, aproximadamente una hora. 
• Pasado este tiempo, las sacamos, removemos y volvemos a tapar dejando en esta ocasión en el frigorífico durante 24 horas aproximadamente. 
• Con todo esto, volcamos todo el contenido del recipiente en una cazuela a la que añadiremos el zumo del medio limón; llevamos a ebullición y cuando este hirviendo bajamos el fuego y dejamos que vaya reduciendo durante 30/45 min. El tiempo que lo tengamos reduciendo también deberemos controlarlo dependiendo de si queremos que la textura de la mermelada sea más o menos densa; cuando más tiempo lo tengamos, tendrá una textura más densa. 
• Una vez haya reducido, retiramos las hojas de albahaca y trituramos todo esto en una batidora. Con eso ya estaría pero para que nos quede aún mejor textura lo que podemos hacer es volver llevar a ebullición y retirar la espuma que nos salga. 
• Vertemos el contenido de la mermelada en los tarros de cristal y un truco para poder cerrarlo al vacío sin mucha complicación es cerrarlos bien y ponerlos boca abajo cuando la mermelada está aún caliente. Así conseguiremos que se cierren de manera hermética y podamos conservar durante más tiempo nuestro tarro de mermelada. No debemos meterlo en el frigorífico hasta que no se haya enfriado el tarro y una vez abiertos siempre deberemos guardar en el frigo.